Tiene pinta de poca cosa, de chavalín recién salido del instituto o de protagonista de una peli de Gus Vant Sant. También tiene talento por un tubo y la corta edad de 25 años. Sondre Lerche es su singular nombre y aunque quizá no os suene, os aseguro que es uno de los mayores talentos musicales que existen en el panorama musical actual.
Hollywood ha tenido buen ojo, y ha llamado a su puerta, sumando una nueva faceta a su corta pero intensa carrera, la de compositor de bandas sonoras.
Nacido en Noruega, Sondre, acústico y feliz, enérgico y agradecido, acumula un buen puñado de grandes canciones y mejores melodías en su corta carrera, haciéndote dudar de la gelidez de un país como el suyo. Una carrera donde pop, folk, jazz y swing se mezclan con una elegancia impropia de su edad y que está tardando en ser reivindicada como se merece.
Da gusto escucharlo, te cambia el ánimo y te contagia optimismo. Con 19 años ya publicaba su primer disco, donde daba la sensación de que podía hacer lo que quisiera o lo que le dejasen. Y así lo ha venido haciendo, cuando lo mismo se montaba un grupo con el nombre de su primer album; "Faces Down Quartet" y se marcaba un disco a lo crooner, "Dupper Sessions", absolutamente envidiable, que elaboraba uno de los mejores discos pop-rock del pasado año, "Phantom Punch", repleto de pegadizas canciones.
Sondre se viste de etiqueta y se engomina pudiendo parecer el cantante más dulce del planeta. Si le das unos minutos, se quitará el traje, se quedará con su inseparable camiseta blanca de tirantes y te ofrecerá el rock más contagioso y desmelenado que puedas esperar, echando toda la gomina usada a perder.
En "Dan in the real life", titulada en España, "Como la vida misma", le dan vía libre para componer la música y canciones de esta enésima comedia indie americana, con Steve Carrell de gran protagonista, y hasta incluso le brindan un pequeño papel, en el que se interpreta a si mismo, guitarra en ristre. Y Sondre no lo desaprovecha, sin perder el desenfado y el entusiasmo de todas sus creaciones anteriores, y mostrando su música, tal y como es, a todo el planeta a través de una pantalla grande.
Las guitarras, el pop y el indie, viven un buen momento en el cine americano. En pocos meses nos hemos acostumbrado a ver a Eddie Vedder de Pearl Jam, como compositor de la última peli de Sean Penn, a Jonny Greenwood de Radiohead experimentando con las imagenes de Paul Thomas Anderson en "Pozos de Ambición", a Glenn Hansard y Marketa Irglova recogiendo un Oscar por su música en la irlandesa "Once", a Kimya Dawson (de The Moldy Peaches), vendiendo millones de copias por la banda sonora de "Juno" y al papá de Rufus, Loudon Wainwright III, ofreciendo su música a "Lio Embarazoso". Precisamente su hijo, ya fue reclamado por la industria, participando en "Moulin Rouge", "El Aviador", "Brockeback Mountain" o "Conociendo a los Robinsons" ya fuese con su presencia física o musical. Sondre anda bien cerca de Rufus, pisándole los talones y ahora, gracias a "Como la vida misma", empezará a llamar a la atención que su talento pedía a gritos.
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