A tenor de haber colgado la reseña de "10.000 B.C", se me ha hecho casi necesario confeccionar uno sobre ese título que encabeza el post.
El francés Jean-Jacques Annaud, hizo para el cine en 1981, una adaptación libre de la novela "La Batalla del Fuego, que JH Rosny Aisné, escribió en 1911.
Situada su acción en el Paleolítico de hace alrededor de 80.000 años, nos cuenta las vicisitudes de un clan de Neandertales, que durante el ataque de un clan rival, pierden el fuego que tan celosamente protegen, y que es de importancia primordial para su supervivencia.
Ellos no saben crearlo, dependen tan sólo de que durante una tormenta, algún rayo caiga sobre un árbol, para poder recoger sus ramas encendidas y seguir alimentándolas.
Lo primero que nos llama la atención, es la excelente caracterización de los actores, esencial para que podamos meternos de lleno en un mundo prehistórico creíble.
Durante las primeras secuencias, nos familiarizaremos con los miembros del clan, y con su forma de vida. Un grupo pacífico, en el que encontraremos elementos reconocibles en la sociedad de hoy.
Una vez integrados en la vida de esos seres, sentiremos sus temores ante la noche oscura e inquietante, que la luz del fuego les mitiga, y su desamparo, cuando ese fuego se apaga.
Cuando el encargado del fuego, lo pierde, esbozamos nuestra primera sonrisa, o nuestra primera carcajada, y nos integramos todavía más entre esos Neandertales, porque nos recuerda, que en nuestra vida actual, el patoso de turno sigue existiendo, y muchas veces, “gracias” a el nos vemos metidos en problemas.
Es lo que les ocurre a los tres elegidos para buscar un nuevo fuego. Su lenguaje facial y corporal, nos lo dice cuando el jefe del clan les ordena salir en expedición. "Menudo marrón nos ha caído por culpa de este gilipollas…", sería una traducción al día de hoy.
Asistimos a la emotiva despedida de la pareja gay del grupo, a la que ya hemos visto despiojarse amorosamente en las secuencias de toma de contacto, y nos ponemos en marcha, en busca del fuego, junto con los tres consternados exploradores.
Hay que ponerse en situación, e imaginar como te sientes cuando vas en pos de algo, y no tienes ni repajolera idea de donde encontrarlo. Y nos ponemos.
Durante el viaje conoceremos un poco más a los tres enviados y sus diferentes caracteres.
El líder, es un joven en la plenitud de su fuerza, con poca experiencia, pero atrevido y con confianza en sí mismo.
El personaje interpretado por Ron Perlman (en su primer papel para el cine), es más mayor, más serio, más receloso, y también más primitivo.
El tercero es el miedoso y pusilánime y necesita la protección de los otros dos.
Adentrados ya en la historia, hay una larga secuencia en la que se ven enfrentados a unos dientes de sable, y buscan refugio entre las ramas de un árbol. Allí ven pasar el día, y llegar la noche, en un precioso fundido que nos llevará a un nuevo amanecer.
Hambrientos, y sin agua y ni comida, los habíamos visto probar las hojas del árbol, y con este amanecer, observamos como el árbol ha sido despojado totalmente de ellas. La sonrisa vuelve a aflorar a nuestros labios. Nosotros hubiéramos hecho lo mismo.
Homo Sapiens y Neardentales compartieron parte del Paleolítico, y en esta película, la toma de contacto entre las dos especies de homínidos, es a través de una jovencita que ha sido capturada por otro clan de Sapiens caníbales, y que ellos rescatan.
En este paseo por una prehistoria muy creíble, asistiremos a ese encuentro (quizás en la realidad no ocurrió nunca, y los Homo Sapiens sólo se limitaron a ir exterminando a los Neandertales para eliminar competencia en la comida y en el espacio), enriquecedor para los protagonistas de la aventura
La jovencita tiene conocimientos más avanzados que los de ellos; sabe hacer fuego, su lenguaje está mucho más desarrollado, y enseñará al protagonista una nueva forma de hacer el amor, tomando ella la iniciativa.
La visita al poblado de la chica también les resultará enriquecedora.
El regreso al asentamiento de su clan, llevando con ellos todas esas novedades, y, sobre todo el fuego, culmina la historia, que se cierra con la nueva pareja mirando al cielo nocturno, felices por que su unión pronto dará fruto.
COMENTARIO
Aún no siendo totalmente fiel al momento de la prehistoria en el que se sitúa la acción, (y hay que estar muy bien documentado para encontrarle los fallos), todo nos resulta perfectamente creíble, por lo bien integradas que están todas las piezas en el guión, y su cuidadísima puesta en escena.
El lenguaje creado especialmente para la película, por Anthony Burgess, (autor de “La Naranja mecánica”), así como el adiestramiento en movimientos simiescos al que sometió al reparto Desmond Morris, son bazas fuertes a la hora de aportar verosimilitud a la película.
Extraordinaria la fotografía de Claude Agostini, de impecables colores.
Todo ello, unido a una impecable banda sonora, compuesta por Philippe Sarde, y la brillante dirección de Jean-Jacques Annaud, dió como resultado una excelente película, por la cual no ha pasado el tiempo, y de la que se puede disfrutar exactamente igual hoy, que en aquel año 1981, en el que se realizó.
Recomendable no sólo para los amantes del género, si no para cualquier aficionado al cine.
Aquí os dejo dos secuencias unidas de la película (cuando pierden el fuego, y cuando regresan con el). Todo, gracias Youtube.
1 comments:
es bkn la peli la recomiendo la tierra del fuego cuenta de forma sangrienta como vivian nuestros ante pasados y como hacian punchi punchi en algunas ecenas(hacian x instinto el amor) vale x ver mi comentario chaooooooooooooo
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