Si echamos un vistazo al cartel de "Mr.Brooks" podríamos pensar que estamos ante una película de principios de los años 90, época en la que era totalmente corriente ver a sus protagonistas, Kevin Costner, Demi Moore y William Hurt como cabezas de cartel.
Para ellos pasó el tiempo de ser protagonistas principales de entidad, quizás por esa marginación letal de Hollywood hacía aquellas y aquellos (más las primeras que los segundos) que sobrepasan los 40, o quizás por algunos de los descalabros que hicieron que las carreras de estos actores navegaran a la deriva sin mucha opción de reponerse.
Por ese protagonismo principal e inesperado de Costner, Moore y Hurt, resulta todavía más curiosa, la ya de por si singular, "Mr. Brooks", una película pequeña, con carácter independiente que viste a la figura de "Bailando con lobos" como un frió asesino, lejos de los papeles a los que Kevin Costner nos tenía acostumbrados.
Costner será el Mr.Brooks que da título al film, un rico empresario con una vida perfecta, tras la cual se esconde un calculador asesino en serie, que goza con el crimen y los elementos que lo rodean.
Dirigida por Bruce A.Evans, que no es un joven director debutante, sino un experimentado guionista con una carrera llena de altibajos ("Starman", "Cuenta Conmigo", pero también "La isla de las cabezas cortadas" o "De jungla a jungla") y que hasta el momento solo había dirigido en los 90, "Kuffs, Poli por casualidad" con Christian Slater, "Mr.Brooks" es un esforzado y extraño thriller que habla de la necesidad de matar como adicción, de lo patológico de la sed de sangre o de la elaboración de crímenes perfectos en consonancia con la inteligencia y la impasibilidad del ser humano.
"Mr Brooks" presenta, como thriller que en realidad es, la obligada persecución policial del asesino, aunque más por mandato del género en que se enmarca que por necesidad, porque realmente, la intención principal de esta cinta es la de estudiar ese ansia de matar como algo congénito al hombre. De este modo, encontraremos a una policía (Demi Moore), que además de seguir la pista al asesino de la huella de pulgar (Costner), está en pleitos con su ex-marido, al que según sus propias palabras, desearía matar, a un fotógrafo (Dane Cook) que chantajeará a Brooks solo por saber que se siente quitando la vida a una persona, y a la hija de Costner (Danielle Panabaker) con la que el director pretende exponer su teoría del deseo de asesinato como algo hereditario.
Una película tan fría como su asesino (algo que permite a Costner aprovechar al máximo su escasez de gestos interpretativos) y que introduce numerosos giros en una historia que posiblemente cuente con demasiadas subtramas que hacen que su conjunto sea un tanto disperso. Su medio camino entre el drama psicológico y esa relación de amor/odio con William Hurt (el diablillo que Costner lleva dentro) y el thriller policial con asesino en serie (sin duda, lo más flojo y peor desarrollado de toda la película), termina afectando a una cinta que, sin embargo, goza de un buen pulso narrativo y tiene numerosas dosis de humor negro.
Su vuelta de tuerca final, demuestra que Evans, quería hacer una película despiadada, negra y porque no, cómica y aunque su resultado es interesante pero irregular, "Mr.Brooks" bien sirve como nuevo estudio cinematográfico de ese ciudadano de a pie, normal y corriente que esconde inesperadamente, una psicología asesina.
Para ellos pasó el tiempo de ser protagonistas principales de entidad, quizás por esa marginación letal de Hollywood hacía aquellas y aquellos (más las primeras que los segundos) que sobrepasan los 40, o quizás por algunos de los descalabros que hicieron que las carreras de estos actores navegaran a la deriva sin mucha opción de reponerse.
Por ese protagonismo principal e inesperado de Costner, Moore y Hurt, resulta todavía más curiosa, la ya de por si singular, "Mr. Brooks", una película pequeña, con carácter independiente que viste a la figura de "Bailando con lobos" como un frió asesino, lejos de los papeles a los que Kevin Costner nos tenía acostumbrados.
Costner será el Mr.Brooks que da título al film, un rico empresario con una vida perfecta, tras la cual se esconde un calculador asesino en serie, que goza con el crimen y los elementos que lo rodean.
Dirigida por Bruce A.Evans, que no es un joven director debutante, sino un experimentado guionista con una carrera llena de altibajos ("Starman", "Cuenta Conmigo", pero también "La isla de las cabezas cortadas" o "De jungla a jungla") y que hasta el momento solo había dirigido en los 90, "Kuffs, Poli por casualidad" con Christian Slater, "Mr.Brooks" es un esforzado y extraño thriller que habla de la necesidad de matar como adicción, de lo patológico de la sed de sangre o de la elaboración de crímenes perfectos en consonancia con la inteligencia y la impasibilidad del ser humano.
"Mr Brooks" presenta, como thriller que en realidad es, la obligada persecución policial del asesino, aunque más por mandato del género en que se enmarca que por necesidad, porque realmente, la intención principal de esta cinta es la de estudiar ese ansia de matar como algo congénito al hombre. De este modo, encontraremos a una policía (Demi Moore), que además de seguir la pista al asesino de la huella de pulgar (Costner), está en pleitos con su ex-marido, al que según sus propias palabras, desearía matar, a un fotógrafo (Dane Cook) que chantajeará a Brooks solo por saber que se siente quitando la vida a una persona, y a la hija de Costner (Danielle Panabaker) con la que el director pretende exponer su teoría del deseo de asesinato como algo hereditario.
Una película tan fría como su asesino (algo que permite a Costner aprovechar al máximo su escasez de gestos interpretativos) y que introduce numerosos giros en una historia que posiblemente cuente con demasiadas subtramas que hacen que su conjunto sea un tanto disperso. Su medio camino entre el drama psicológico y esa relación de amor/odio con William Hurt (el diablillo que Costner lleva dentro) y el thriller policial con asesino en serie (sin duda, lo más flojo y peor desarrollado de toda la película), termina afectando a una cinta que, sin embargo, goza de un buen pulso narrativo y tiene numerosas dosis de humor negro.
Su vuelta de tuerca final, demuestra que Evans, quería hacer una película despiadada, negra y porque no, cómica y aunque su resultado es interesante pero irregular, "Mr.Brooks" bien sirve como nuevo estudio cinematográfico de ese ciudadano de a pie, normal y corriente que esconde inesperadamente, una psicología asesina.
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