‘Soy Leyenda’ es una de las obras más conocidas de Richard Matheson, y ha conocido tres adaptaciones cinematográficas, la tercera de las cuales llegará a nuestras pantallas el próximo 19 de Diciembre. La primera fue el film que nos ocupa ‘The Last Man on Earth’, película de culto entre algunos cinéfilos, por tratarse de un film bastante peculiar que tuvo no pocas dificultades para llevarse a cabo, y en el que acabó metiendo mano el propio Matheson escribiendo parte del guión. Es curioso que hasta ahora la versión más conocida sea la que se estrenó entre nosotros con el título de ‘El Último Hombre Vivo’, y que protagonizó Charlton Heston a principios de los 70, dado que esa versión no contenía lo mejor de la novela de Matheson, y ésta de 1964 sí. Pero ya os hablaré del film dirigido por Boris Sagal más adelante, hoy es el turno de ésta, que se llevó a cuatro manos entre Ubaldo Ragona (hubo que filmarla en Italia después de que la mítica Hammer se desentendiera del proyecto) y Sidney Salkow. Este hecho de estar dirigida por dos directores bien distintos entre sí, afectó negativamente al film, entre otras cosas.
El argumento de la película es de sobra conocido por todo el mundo. Después de que un virus acabara con la vida humana en el planeta, y convirtiera a la mayor parte del planeta en una clase de vampiros, un humano que vive solo desde hace tres años, y que es inmune al virus, sobrevive como puede al ataque de los vampiros que salen de noche e intentan darle caza. Sólo por las noches en su protegida casa, no tiene más compañía que viejos discos y películas aparte de los lamentos de los vampiros que intentan entrar. Éste es el punto de partida del que muchos ya conocéis el desenlace, bien porque habéis leído la novela, bien porque habéis visto la versión con Heston, bien porque no os perderéis la versión protagonizada por Will Smith, y que hay que reconocer que tiene muy buena pinta. Tengo incluso la sensación de que el film de Francis Lawrence ha pillado cosas de la primera y olvidada versión; pronto lo descubriremos.
‘The Last Man on Earth’ es una decepción en líneas generales, pero conserva cosas bastante interesantes y alguna que otra excepcional. Por supuesto, lo mejor es la interpretación de un gran Vincent Price que protagonizó esta película cuando estaba a las órdenes de Roger Corman, cuando éste dirigió un buen puñado de excelentes películas basadas en relatos de Edgar Allan Poe. Ni que decir tiene que el actor está inmenso, y que hace creíble ciertas cosas que a priori pueden resultar un poco ridículas. Mención especial merece el momento en el que revisa una vieja película que le hace reír, y acto seguido rompe a llorar. Sólo por Price merece la pena ver el film, ya que gracias a él aguantamos ciertas cosas que no perdonaríamos en otro caso.
Es difícil saber qué partes dirigió Ragona y cuales Salkow. A modo de curiosidad decir que dependendiendo de la copia que se vea, si la italiana o la americana, sale uno u otro acreditado. Lo cierto es que el film está bastante descompensado, con partes muy interesantes, otras que no lo son tanto, y con un final bastante precipitado y acelerado. Eso sí, a pesar de ciertos aciertos, como esa ciudad vacía en la que nuestro protagonista lo tiene todo a su alcance, o esa sugerencia acerca del personaje central y lo que opinan de él, y que está sacada de la novela evidentemente (no es cuestión de desvelarla aquí, porque supone una de las ideas más perfectas que jamás se hayan visto en una historia, salida de la genial mente de Matheson), el film tiene un enorme defecto por encima de todos: es muy, pero que muy cutre. Y no me refiero a los pocos medios, porque de sobra se ha demostrado en aquellos años que eso no importaba (las películas de Corman de esa época, por poner un ejemplo), sino a ciertos apuntes argumentales, que provocan tanto vergüenza ajena como risa. Baste citar el recurrir a ajos sin más explicación que la cultura popular, para rehuir a los vampiros, o que éstos sean literalmente imbéciles, poniendo como excusa argumental que el virus los ha vuelto idiotas. De esta forma son vergonzosas las escenas en las que Price se enfrenta físicamente a un montón de vampiros, que por lelos y lentos no le hacen ni el más mínimo rasguño.
Además de eso, ‘The Last Man on Earth’ tiene enormes problemas de ritmo, sobre todo en su parte final, en la que los acontecimientos se apresuran de una forma exagerada, apareciendo personajes de todos lados como si de un truco de magia se tratase. Todo esto está compaginado con otros momentos más acertados, como todos aquellos en los que el personaje central recorre las calles a diario y lo único que encuentra es soledad y muerte. Escenas éstas muy bien filmadas, y que provocan cierta inquietud. Respecto a las famosas escenas en las que el protagonista tiene que resistir dentro de su casa para que no entren los vampiros, hay que decir que esta película influyó poderosamente en films posteriores como la mucho más famosa ‘La Noche de los Muertos Vivientes’ de Romero.
Una película pasable, que desaprovecha gran parte de sus posibilidades, pero que por lo menos no aburre, al mantenernos con cierto interés de saber cómo acabará la historia, y sobre todo por ese detalle argumental antes comentado, que es simplemente genial (si la versión actual lo conserva es para aplaudirles a rabiar). ‘The Last Man on Earth’ no está editada en nuestro país en dvd, y en los USA hay nada más y nada menos que 9 ediciones distintas, todas muy tiradas de precio.
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