La cuestión, y es lo que quiero apuntar con esta entrada, es el sentido de las herramientas de marketing, y lo que hay que hacer para atraer a gente al cine. Eduardo Noriega no ha entrado al trapo, de hecho le da exactamente igual que se hable o no de esa escena, porque él sólo interpreta un guión y un personaje, si luego hablan de ello y es bueno para la película, nada que objetar. Esto es así. No importan los motivos, da igual la calidad, lo importante es que la gente lo vea. Aunque mucho gente se mueva por el morbo de poder ver esa escena del actor. Por mi parte, me atrae más qué interpretación nos pueda regalar la guapísima Flora Martínez. Aunque no sé si es un motivo tan grande como para acercarme a una sala de cine.
Vía | Dentro cine
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